Cómo secar una Rosa de forma correcta

Son, sin dudas, una de las indispensable en floristería. Distinguidos y con muchos significados como colores, su sorprendente hermosura ordena a querer alargar siempre algo más su presencia como parte de la decoración de nuestra casa. Un óptimo fundamento para que sepamos cómo secar una rosa de manera correcta con diferentes técnicas que nos van a permitir, más que nada, mantenerla lo verdaderamente similar a cómo era cuando se encontraba fría.
El secado de flores pertenece a las tradiciones ancestrales del ser humano. Es la forma de perpetuar un recuerdo pero, además, de tirarle un pulso a la naturaleza jugando contra ese carácter finito que tiene algún flor. Una pelea contra el reloj que es lo que nos hace estudiar cómo secar un ramo de flores, o comprender intensamente cómo secar flores con diferentes técnicas.
Por eso y por las singularidades propias de la rosa, descubramos cómo secarlas de manera correcta. Una forma de guardar su interesante pero, más que nada, su recuerdo.
Técnicas para conseguir secar una rosa
Nos enfocamos en cómo secar una rosa porque, sin importar las muchas configuraciones que hay en floristería, sigue en pié siendo la reina indiscutible. No solo es la flor más cultivada de todo el mundo: además es, aún hoy, la más usada en arreglos florales. Símbolo del amor cuando es roja, de la inocencia cuando es blanca o del cariño cuando es rosa; poder conservarla de manera fidedigna no resulta tan difícil como puede parecer.
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Pero honrar un preciso instante con su presencia no es la exclusiva razón para entender cómo secar una rosa. Añadido, estamos hablando de una flor demasiado decorativa que, inclusive seca, puede poner un toque singular en algún espacio. Y no estamos hablando, solamente, de colocarlas en un jarrón: buscar ideas de decoración con flores secas puede ser una verdadera fuente de inspiración para percatarnos de que, inclusive secas, estas flores son muchísimo más versátiles de lo que nos logren parecer.
Conozcamos, ya que, diferentes técnicas para secar una rosa que, generalmente, no revisten ninguna confusión.
Prensado, cómo secar una rosa al estilo más tradicional
Raramente y sin importar ser la fórmula más recurrente para secar rosas, actualmente es la menos usada. La razón: esta forma de secar una rosa estropea su forma natural, debido a que aplasta la flor. Algo que nos hace abandonar sus volúmenes auténticos. Sin importar ello, es especial para esos que quieran tener una rosa al estilo más clásico.
El desarrollo de secado por prensado es demasiado simple. No requiere solamente materiales: solamente un libro, papel de diario, peso y paciencia. De hecho, ¡mucha paciencia! Porque en contraste con otras maneras de secar una rosa, en esta situación deberemos aguardar entre tres semanas y un mes para conseguirlo.
Entender cómo secar una rosa con esta habilidad es simple, pero tiene sus características. No solo debemos ingresar la flor entre hojas de papel de diario, meterla dentro de un libro y ponerle peso. Hay otros datos que hemos de tener en cuenta para que secar nuestra flor sea un triunfo. Para comenzar, es infaltante ir creciendo el peso pausadamente. Además, es primordial ir modificando el papel de diario cada algunos días: de no llevarlo a cabo, el papel nos jugará una mala pasada con la humedad.
Finalmente, un aspecto más: hay que ubicar la flor en el centro del libro. Así, va a tener espacio para secarse de manera correcta.
Secado al aire, otro de los procedimientos habituales
Una técnica especial si deseamos guardar los volúmenes auténticos de nuestra flor. El secado al aire juega, principalmente, con la deshidratación natural del agua de la flor. Si elegimos por esta forma de secar una rosa, vamos a poder usarla de manera decorativa en jarrones o arreglos florales. El exclusivo inconveniente: que deberemos utilizar la técnica de secado cuando el capullo esté recién abierto. Si lo hacemos con flores que estén totalmente maduras, el resultado puede no ser tan hermoso.
Para conseguirlo, alcanza con cortar los tallos de las rosas dejando una longitud total de 15 centímetros. Vamos a retirar las hojas del tallo, y ataremos entre sí las flores con una cuerda fina sin ejercer presión. Lo mejor es atarlo a una percha, para lograr colgar nuestras flores con el capullo hacía por debajo de forma simple. Finalmente, las ubicamos en un espacio fresco y con poca luz.
Esta habilidad de cómo secar una rosa implica unas dos semanas de espera. Finalmente y aunque no es infaltante, se tienen la posibilidad de rociar con laca de cabello o de manualidades para fijarlas.
En el horno, una de las técnicas más veloces y más delicadas
Es la eficaz, sin lugar a dudas. Pero cuidado: la rosa es una flor demasiado frágil, por lo cual querer acortar los tiempos subiendo la temperatura puede ser mortal para ellas.
Secar una rosa por medio de esta habilidad ordena a tener malla de gallinero a mano. Lo mejor es ingresar el tallo de cada rosa en uno de sus agujeros, con los capullos siempre hacia arriba. Con ellas ubicadas, las ingresamos en el horno a 38 grados a lo largo de tres horas. Nada de modificar la temperatura: podrían rasgarse los pétalos o quemarse.
Dejándolas secar en el jarrón, efectivo pero no del todo estético
Es algo que a todos nos pasó cuando nos han regalado un ramo de flores: dejarlas en el jarrón hasta que se quedan sin agua y estén totalmente agotadas.
En la situación de las rosas, es una manera espectacular de secarlas, pero tiene un pero: la flor tenderá a inclinar el capullo hacia enfrente, por lo cual el resultado no va a ser todo lo bonito que nos agradaría.
Con secante para rosas, la más reciente y eficaz alternativa
Si te planteas cómo secar una rosa y lo tuyo no es la paciencia ¡el gel de sílice es tu mejor amigo! Por sus propiedades, es un secante fantástico que captura la humedad y además, en la situación de las flores, no altera su apariencia natural.
Para secar rosas con esta habilidad, necesitaremos gel de sílice y un envase que cierre herméticamente. Sobre una cama de dos centímetros de gel, ubicamos los capullos de nuestras rosas para cubrirlos totalmente con más sílice antes de cerrar el envase. Lo mantenemos cerrado a lo largo de 10 días antes de volver a abrirlo.
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